Esas casas
de levedad.
O esas casas pesadas
como mausoleos.
Las que amamos
o las que detestamos.
Casas de nuestra mente.
Javier Payeras
Esas casas
de levedad.
O esas casas pesadas
como mausoleos.
Las que amamos
o las que detestamos.
Casas de nuestra mente.
La imagen que un artista
tiene de sí mismo,
a su favor o en su contra,
es de una irrealidad asombrosa
El narcisismo,
opaca la claridad
con irrelevantes demostraciones
de condescendencia.
Si no sienten lo que expresas,
no te expliques ni te acomodes a sus intereses.
El césped crece
sobre un cuerpo que fue amado.
Hoy muere y renace solo en el camino.
Lo que se complementa
puede romperse y separarse,
pero más adelante
se reúne
en una forma nueva.
Todo es insuficiente para nosotros
hasta que la soledad
revela el lado cruel de la vida.
La juventud y la belleza…
imagenes destinadas al olvido,
quedan los que nunca nos adularon.
Flotamos a la deriva
sobre tablas
que creíamos seguras.
No existen adioses prematuros,
es cuestión de escuchar
la voz que nos advierte los naufragios.
Escribir sin pausas y luego borrar,
escribir en silencio y borrar de nuevo,
escribir hasta alcanzar la sencillez,
la palabra justa,
la perfección inesperada….
El difícil trabajo
de lograr
una vida simple.
Intentar ese libro,
esa página, ese párrafo,
esa frase…
ese es el verdadero paraíso,
la vida, lo único
que vale la pena tomarse en serio.